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“El niño no hablaba, no lloraba… hasta que le equilibré los chacras (a distancia)”

POR Sonia Mohedano Coyo
07/06/2025

“El niño no hablaba, no lloraba… hasta que le equilibré los chacras (a distancia)”

Lo que pasó después dejó a todos sin palabras —y te va a hacer replantearte la salud emocional y energética.

El niño estaba ingresado en la UVI. Dos años. Separado de su madre. Inmóvil. No lloraba. No hablaba. Estaba congelado por el miedo.
Nadie podía entrar. “Protocolo hospitalario”, dijeron.
Pero yo sabía que no era solo un asunto médico.
Era energético.
Le equilibré los chacras a distancia. 15 minutos después, rompió a llorar con fuerza. El hospital permitió que su madre entrara. Y todo cambió.
No fue magia. Fue energía desbloqueada. Fue el cuerpo diciendo: “ya puedo soltar”.


Te voy a explicar por qué pasa esto, cómo se relacionan chacras, emociones y glándulas… y cómo puedes aprender a hacerlo tú también.

¿Qué tienen que ver tus emociones con tus glándulas, y tus glándulas con los chacras? Más de lo que imaginas.

¿Sabías que cuando tienes miedo constante, tus glándulas suprarrenales se agotan? ¿Y que cuando no expresas lo que sientes, tu tiroides lo resiente?
Las emociones alteran los chacras. Los chacras afectan las glándulas. Y las glándulas regulan todo tu sistema hormonal.
Todo está conectado. Y entender esta conexión puede cambiar tu salud por completo.


Y cuando regulas los chacras, mejoras tu estado emocional, liberas a tus glándulas del estrés… y tu cuerpo empieza a responder.

Cuando hablamos de “chacras”, muchas personas piensan en algo esotérico o abstracto. Pero si algo he aprendido en mis más de 20 años como profesora de yoga e investigadora en bioenergía, es que trabajar con los chacras es trabajar directamente con tu sistema endocrino.
Es decir, con tus glándulas, tus hormonas, tu metabolismo… y, en consecuencia, con tu salud física, emocional y mental.

 

La mayoría conoce sus órganos, pero no sus glándulas.

La mayoría de las personas saben más o menos dónde están sus órganos: el estómago, el corazón, el hígado.
Pero muy pocas saben dónde están sus glándulas, esas pequeñas pero poderosas fábricas hormonales que regulan todo: desde el sueño hasta el peso, pasando por el estado de ánimo.

Y si hablar de glándulas ya suena técnico, mencionar “chacras” parece cosa de místicos o de películas.

Pero aquí va una verdad clave:
Donde hay una glándula principal, hay un chacra principal. Siempre.

Y eso no es poesía. Es observación clínica. Es fisiología energética.
Los chacras existen, se detectan y se equilibran. Y cuando se equilibran, la glándula asociada se libera del estrés y el cuerpo entra en autorregulación.

 

Glándulas + chacras + emociones = metabolismo

Tu cuerpo no está dividido en compartimentos. Es un sistema integrado.

Cuando una emoción se queda retenida (miedo, culpa, tristeza, ira), no se queda solo en la mente: impacta en el cuerpo.
Y lo hace bloqueando un chacra, afectando la glándula asociada y desregulando las hormonas que esa glándula produce.

Y todo eso afecta directamente a tu metabolismo.
Sí: tus emociones desajustan tus hormonas, y tus hormonas afectan  tu energía y tu salud física, emocional y mental. Se trata de un feedback constante.

¿Parece esotérico? No lo es. Es fisiología energética

Equilibrar los chacras no es un lujo espiritual.
Es una herramienta concreta, preventiva y efectiva para recuperar la coherencia de tu cuerpo.

Yo lo he visto una y otra vez: personas que recuperan la calma, el sueño, la energía, la digestión… sin pastillas.
Solo liberando lo que estaba bloqueado energéticamente.
Y regulando el sistema hormonal a través de la bioenergía.

Desde la psicología energética y la bioenergética sabemos que las emociones no se disocian del cuerpo. Cuando una emoción se reprime o se sostiene en el tiempo, impacta directamente en la fisiología.

Cada chacra está vinculado con:

· Un sistema emocional dominante

· Una glándula endocrina

· Un conjunto de síntomas cuando hay desequilibrio

Por ejemplo:

El miedo constante activa el chacra raíz y sobrecarga las suprarrenales, disparando el cortisol.

La culpa o la vergüenza bloquean el chacra sacro y afectan los ovarios/testículos.

La represión verbal bloquea el chacra garganta y altera la función de la tiroides.

La desconexión espiritual cierra los chacras superiores, afectando el equilibrio hormonal general.

Este mapa no es filosófico, es clínico. Y se puede intervenir de forma concreta, práctica.

 

Caso real: el niño que lloró… y sanó

Te cuento uno de los casos más fuertes que he vivido.

El hijo de una amiga, de apenas dos años, fue ingresado de urgencia en la UVI.
Por protocolo, no dejaban entrar a los padres. Ni abrazarlo, ni darle de mamar, ni consolarlo. Nada.

El niño nunca se había separado de su madre. Estaba asustado, rodeado de máquinas y desconocidos.
Cuando me lo contaron, estaba a punto de empezar una clase. No tenía tiempo ni herramientas, pero apliqué lo que enseño: el protocolo de equilibrio de chacras a distancia.

Detecté que tenía varios centros energéticos bloqueados, especialmente los que se relacionan con el miedo, la separación y el trauma.

A los 15 minutos de haber hecho el trabajo energético, el niño empezó a llorar con fuerza.
Pero no era un berrinche: era una descarga emocional profunda. Una liberación.

Ese llanto fue tan fuerte que el personal del hospital permitió que su madre entrara. Se quedó con él toda la tarde.

El niño, que estaba completamente bloqueado y paralizado por el terror, pudo por fin liberar el dolor, recibir contacto y empezar a recuperarse.

 

¿Magia? No.
Fue energía estancada que se movió.
Y cuando la energía se desbloquea, el cuerpo responde, la emoción se libera y las circunstancias cambian.

 

Eso es bioenergía en acción. Eso es lo que pasa cuando equilibras los chacras.

Parece esotérico? No lo es. Es fisiología energética

Equilibrar los chacras no es un lujo espiritual.
Es una herramienta concreta, preventiva y efectiva para recuperar la coherencia de tu cuerpo.

Yo lo he visto una y otra vez: personas que recuperan la calma, el sueño, la energía, la digestión… sin pastillas.
Solo liberando lo que estaba bloqueado energéticamente.
Y regulando el sistema hormonal a través de la bioenergía.

¿Y si te digo que tú puedes aprenderlo?

Sí, tú.
No necesitas ser terapeuta para aprenderlo.
En cuanto entiendes cómo funcionan tus centros energéticos y cómo se equilibran, puedes aplicar esta técnica en ti misma, en tus hijos, o en las personas que acompañas.

Es práctica. Es transformadora. Y es una de las mejores formas de tomar el control de tu bienestar.

 

Lo que quiero que te lleves

Tus chacras, tus glándulas, tus emociones y tu metabolismo están conectados.
No los trates por separado.

Cuando entiendes cómo funciona tu sistema energético, dejas de tratar síntomas y empiezas a equilibrar desde la raíz.

Y ahí es donde ocurre la transformación real.

Esto no es teoría. Esto es experiencia, observación y práctica. Y tú también puedes aprenderlo.

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